Desarrollo y evolución de la ciudad en América

La Ciudad Colonial (1500-1820)

Taxco, en México, prototipo de ciudad colonial.

En la evolución de las ciudades en Hispanoamérica es importante considerar la existencia de la normativa dispuesta por la Corona de España, llamada: “Ordenanzas sobre Descubrimientos nuevos y Poblaciones” promulgadaas por Felipe II (1573), que conformó un verdadero Código de Planificación urbana para el nuevo continente.

Según este modelo, todas ciudades era muy parecidas entre sí, caracterizadas por una estructura conocida como de planta en forma de damero o de traza cuadricular, que cumplía con el requisito de posibilitar una rápida expansión.

En esta configuración clásica, el primer elemento o sector estaba organizado alrededor de la Plaza Mayor, que podía ocupar una o dos manzanas y congregaba los principales edificios públicos: Catedral, Cabildo y según la jerarquía, Palacio Virreinal o Residencia del Gobernador y funcionaba como centro cívico, social y comercial de la nueva urbe.

Existía una pendiente social y funcional, del centro hacia la periferia. El reparto de solares, que se establecía desde la fundación, iba conformando anillos concéntricos en rango social decreciente hacia la periferia. De allí que los funcionarios civiles, eclesiásticos o militares de mayor rango, los comerciantes más destacados o los principales funcionarios administrativos coronaran la Plaza Mayor.

Otros edificios públicos que se ubicaban en dicho sector eran los conventos, hospitales, colegios y eventualmente universidades. El espacio público fue privilegiado con las principales obras de infraestructura como ser adoquinado, sistema de iluminación o fuentes de agua. El tipo de vivienda característica fue de una sola planta organizada espacialmente alrededor de uno o más patios. La aparición de casas de dos plantas (llamadas Altos) recién se difundió durante el siglo XVIII.

Zacatecas, otra ciudad colonial en México.

Traspasando este sector aledaño a la Plaza Mayor, se estableció un segundo perímetro, definido como zona de transición donde vivían los empleados menores de la administración, los pequeños comerciantes, los artesanos libres y en general familias blancas y mestizas de ingresos medios y bajos. Con menor cantidad de iglesias y comercios, era una traza menos compacta con viviendas más pequeñas y modestas, que solían contar con huertas en el fondo.

Superando este segundo perímetro aparecen los suburbios. Con muy poca población, formaban parte de la expansión de la ciudad. En esta vasta extensión convivían quintas de veraneo de los sectores acomodados con productoras de frutas, verduras o leña para la ciudad.

Un poco más lejos estaba el área de explotación rural, el campo propiamente tal, que abastecía a la ciudad y donde se obtenían los productos característicos de la zona, incluso para la exportación.

Así establecida, la ciudad se reservaba, además, una zona para posible expansión y uso común, denominada ejido, para esparcimiento de los vecinos y también utilizable como tierra de pastoreo. También contaba con terrenos y fincas que el gobierno de la ciudad se reservaba para obtener recursos mediante su alquiler.

Los vecinos podían acceder a tierras destinadas a cultivo y labranza, cercanas a la ciudad, que se denominaban chacras. Fuera del ámbito urbano estaban las haciendas ganaderas o estancias privadas, que constituían las asignaciones de mayor tamaño, destinadas a la cría y pastoreo de ganado. En todos los casos la utilización de bosques (provisión de madera para la combustión) y aguas, eran de libre uso.

Etapa de urbanización (1820-1920)

A partir de 1820 la ciudad se caracteriza por la apertura hacia los modelos urbanísticos europeos; aparecen el boulevard, las alamedas y la villa.

Como efecto de la inmigración se incorpora nuevos estilos arquitectónicos que enriquecen su patrimonio (principalmente el Clasicismo) y ornato.

Como consecuencia de su expansión, aparece un desarrollo lineal en torno a las vías de acceso a la urbe, caminos y vías férreas en donde se instalan, además, industrias y talleres.

Palacio Cousiño, en Santiago de Chile.

Esta situación da pie para que florezcan los primeros barrios obreros en áreas abandonadas por la aristocracia; aparecen también los conventillos, los tugurios y las vecindades. A partir de este momento, el barrio aparece como elemento que transforma a los habitantes en personas que tienen un vecino, que tienen una plaza y que en fin tienen un espacio de la ciudad que les pertenece y lo sienten suyo.

El fenómeno se da en todas las ciudades de América y logra institucionalizar a tal punto que, por ejemplo, los barrios de Buenos Aires son las unidades territoriales en las que hoy está dividida legalmente esa capital sudamericana.

Pero el barrio, como entidad característica de la ciudad se impone en toda América, y prolifera tanto en Santiago de Chile como en Lima o en Ciudad de México.

Es así como, en casi todas las actuales ciudades de América latina, desde Santiago hasta Ciudad de México, se pueden identificar sectores tradicionales que son reconocidos ya sea por las actividades que en ellos se realizan, por las características de sus habitantes o por las formas de sus construcciones. Se llamarán barrios en Santiago, Lima y Buenos Aires o colonias en México, pero su origen y desarrollo es común.

La ciudad se polariza (1920-1970)

A partir de 1920, bajo el modelo económico imperante, caracterizado por la sustitución de importaciones, el Estado asume un rol primordial en la gestión de la ciudad y, por ende, en la gestación y resolución de sus conflictos.

Santiago, ciudad moderna y polarizada.
El más acuciante de ellos es la pobreza que a su vez induce la aparición de asentamientos precarios en la periferia o deteriorados en el centro (villas miseria, poblaciones callampas, cités, favelas, vecindades, pueblos nuevos, etcétera, según el país.)

Conjuntamente, aparecen fenómenos de polarización entre la ciudad pobre y la rica que estimula el crecimiento celular fuera del perímetro urbano.

En este proceso, el éxodo rural y las migraciones son los motores del crecimiento urbano y surgen las políticas de vivienda social impulsadas por el Estado.

La ciudad fragmentada

A partir de 1970, hasta hoy se produce un progresivo proceso de fragmentación en el funcionamiento y crecimiento de las ciudades en América latina.

Las clases medias y altas emigran hacia zonas periféricas o periurbanas, constituyendo sectores integrados gracias a la construcción de sistemas de eficientes autopistas.

Pero esas autopistas cruzan una periferia donde coexisten focos de pobreza, áreas marginales y precarias viviendas sociales.

En tanto, las grandes superficies, los malls, los parques industriales y los centros urbanos de negocios dominan la ciudad.

Los barrios cerrados: fenómeno urbano reciente en América Latina

A partir de los años noventa la mayoría de los países de América Latina tuvieron un importante crecimiento económico, que trajo consigo una fragmentación sin precedentes en las ciudades. Aumentó la brecha entre pobres y ricos, lo cual provocó un fuerte distanciamiento social y marcada segregación espacial.

Un condominio en Santiago, Chile.

Este proceso de polarización social se vio reflejado en la nueva redistribución espacial de las ciudades, en la cual cada vez mas ciudadanos buscan una organización privada y eficiente de su vecindario, barrios cerrados, que les provea de los servicios que antes eran públicos.

Por definición, se habla de un barrio cerrado cuando dos o más viviendas poseen una infraestructura común y su perímetro está cercado y vigilado.

En esta denominación agrupamos un variado conjunto de construcciones como los condominios, barrios privados (Argentina), conjuntos cerrados (Ecuador) o fraccionamientos (México), en los cuales la motivación de sus habitantes está vinculada a la seguridad y homogeneidad social.

La fragmentación de las ciudades se hace evidente, edificios inteligentes, modernas carreteras, condominios, se entrelazan, en superficies cada vez más extendidas, con construcciones precarias o miserables, todo lo cual se asocia a la decadencia del centro urbano.

Fuentes Internet:

http://redprensarural.com/2009/03/05/crecimiento-ciudades-conduciria-a-desarrollo-y-progreso-segun-banco-mundial/

http://www.ub.es/geocrit/9porto/paolasso.htm

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